Soy Carlos Otero, tu psicólogo expatriado que habla español

Hola soy Carlos, tengo 32 años y estoy inscrito en el repertorio francés de profesionales de la salud (RPPS nº 1011080153). He emigrado dos veces: primero a España, con apenas 6 años, donde viví durante dos décadas y me formé como psicólogo. Luego, la crisis del Covid-19 me llevó a volver a expatriarme, esta vez a Francia (Montpellier), un país donde ya llevo más de cinco años y el cual considero mí hogar.

Sé lo que implica empezar de nuevo, con una lengua que no es la tuya, una cultura que se aprende a contrarreloj y una identidad que se redefine entre fronteras. También sé que el proceso puede ser tan desafiante como transformador.

Me interesa profundamente la historia de quienes, como tú - y como yo -, han cruzado fronteras físicas y emocionales. Entender tu recorrido es la clave para acompañarte con respeto, empatía y profesionalismo.

Si estás listo para comenzar ese cambio interior que tanto anhelas, estaré encantado de caminar contigo. Porque el cambio comienza en ti, y juntos trabajaremos para que puedas vivir la vida con el sentido y valor que mereces.

¿Cómo te puedo ayudar yo como psicólogo?

Emigrar no es solo mudarse. Es cuestionarlo todo: quién eres, qué haces, qué sentido tiene todo esto. Y cuando la ansiedad, el dolor o la sensación de no encajar se vuelven parte de la rutina, ya no basta con “pensar en positivo”.

Como psicólogo - y también como alguien que ha vivido ese proceso - puedo ayudarte a entender qué te está afectando, por qué te cuesta encontrar equilibrio y cómo dar los primeros pasos para recuperarlo. Aquí no vas a escuchar frases vacías ni teorías abstractas. Vamos a hablar de ti: de tus hábitos, tus pensamientos, tus emociones… y de cómo puedes empezar a vivir con más claridad, calma y dirección.

No te prometo soluciones inmediatas, pero sí herramientas que te permitan ir cambiando poco a poco. Así como un acompañamiento cercano y adaptado a tu historia.
Si algo dentro de ti está pidiendo un cambio, quizá este sea el momento de escucharlo.

Comenzar desde cero en otro país

Cambiaste de país, pero el estrés te siguió en la maleta.

Nuevas costumbres, otro idioma, mil exigencias… y esa sensación constante de no encajar del todo. Te dices que deberías estar agradecido, pero estás cansado. No necesitas "ser más fuerte", necesitas aprender a estar en paz, incluso lejos de casa.

La terapia no va a devolverte a tu país, pero puede ayudarte a encontrar un lugar dentro de ti que no se sienta extraño. Un lugar donde puedas respirar sin traducir cada emoción.

Estrés

Insomnio

Las noches se hacen eternas. La mente no para: lo que dejaste atrás, lo que aún no encaja aquí. Cierras los ojos, pero el cuerpo sigue en alerta, buscando un poco de calma. No tienes que seguir así. Con apoyo el sueño vuelve a ser descanso, recuperando tus noches…y tus días.

Duelo migratorio

Desde que te fuiste, hay una tristeza que aparece sin avisar. No siempre se nota, pero está ahí… en los silencios, en los domingos, en las llamadas que ya no haces. Es duelo, sí, por lo que dejaste y por lo que aún no sientes como tuyo. No se trata de olvidar, se trata de que esa tristeza no se apodere de ti. Y para eso, no tienes que hacerlo solo.

Amistad, familia y pareja

La distancia cambia todo. Las llamadas se espacian, los mensajes se enfrían y hacer nuevos amigos parece una tarea titánica. Te preguntas si el vínculo se rompe o solo cambia de forma. No estás solo en eso. En terapia podemos trabajar para que la distancia no sea un muro, sino un puente: hacia los tuyos y hacia nuevas conexiones que también te sostengan.

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